Yo no nací de nada, de todo
en general. Mi concepción
fue una manzana roja, caliente,
específicamente dolorosa.
En el monte donde Madre
murió sin ceremonias
me detengo un instante
mirando un tren pasar.
Su sangre, transparente,
me llueve entre los párpados.
Una espiga quebrada me pregunta
cuán profundo se clava
el acero hasta que salta
el nervio dividido
y se me doblan las patas.
Tú almuerzas. Y a nadie le preocupa
si existe servilleta
que limpie la grasa de tu alma.
en general. Mi concepción
fue una manzana roja, caliente,
específicamente dolorosa.
En el monte donde Madre
murió sin ceremonias
me detengo un instante
mirando un tren pasar.
Su sangre, transparente,
me llueve entre los párpados.
Una espiga quebrada me pregunta
cuán profundo se clava
el acero hasta que salta
el nervio dividido
y se me doblan las patas.
Tú almuerzas. Y a nadie le preocupa
si existe servilleta
que limpie la grasa de tu alma.